No es lo mismo salteado que caldoso, no es lo mismo paella que risotto. Cuando nos disponemos a elaborar una receta de arroz, hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de grano, adecuados para unos u otros platos. Es cierto que en el mundo existen más de dos mil variedades, pero no hay que agobiarse, ya que todas pueden agruparse en tres grandes categorías, atendiendo al tipo de grano: largo, medio y corto.
El 95% del arroz es almidón, que se define por el nivel de amilosa que tiene y que es lo que otorga las propiedades del grano. Cada variedad tiene un porcentaje de amilosa diferente, así el arroz de grano largo tiene un nivel alto, por lo que el resultado es un grano consistente y suelto; el grano redondo, con un nivel bajo de amilosa, se pasa con facilidad y es más difícil de cocinar. El de grano medio, absorbe los gustos, tiene una textura suave y tierna al ser cocida, por eso es el arroz más consumido en España. La variedad más característica es el arroz Bomba, que tiene un grano consistente, que queda suelto y que tiene más margen de cocción. Otra de las particularidades del arroz Bomba es que no se pasa cuando la cocción se prolonga, es ideal para paellas, guisos y arroces caldosos porque aguanta más y permite controlar mejor el tiempo de cocción. En este apartado también se encuentran las variedades Sénia y Bahía. En España existen cinco zonas geográficas que producen arroz de grano medio: Andalucía, Extremadura, Cataluña, Comunidad Valenciana y Aragón.
Para hacer risottos convienen arroces con más almidón, que aportan más cremosidad, como las variedades Carnaroli, Vialone o Arborio, también de grano medio. Estas variedades conservan su forma después de la lenta cocción, absorben los sabores, ofrecen una textura firme, esponjosa y con el núcleo al dente. El arroz blanco de grano largo, también conocido con el nombre de Índico, se caracteriza porque después de cocinado los granos tienden a permanecer separados, siendo adecuados para ensaladas o como guarnición. En este grupo se encuentran los arroces aromáticos entre los que destacan las variedades indias Basmati y Patna, la tailandesa Jazmín, y los americanos Bond y Tebounet, aunque estos son menos aromáticos. La variedad europea más conocida es la italiana Ferrini.